Protección solarEs una frase bastante frecuente en verano: «mira, está como un cangrejo», y hasta parece gracioso. Hasta que te pasa a ti y sientes la abrasión del sol después de haberte expuesto durante un rato. La piel quema, sientes hasta escalofríos, se pasa fatal. Esto no es lo peor, ya que todos conocemos los efectos nocivos del sol. Hablemos de las cremas solares: protégete del sol en la piscina. 

El sol, tan abundante en España, sobre todo en verano, tiene un contrapunto, el de quemar nuestra piel hasta el dolor. Bien es verdad que sus propiedades, con mesura, son beneficiosas porque ayuda a fijar el calcio de nuestra osamenta y siempre que hace sol nos sentimos más animados y con ganas de hacer cosas, ¿a que sí?

Aunque está lejos de nosotros, nos llegan algunas de sus ondas en tres formas, las infrarrojas, que son las que calientan, las luminosas, que dan luz, y las ultravioleta, que suelen llegar hasta nosotros como rayos UVA y rayos UVB, que son los principales causantes de las quemaduras por exposición. De ellos es de los que hay que protegerse cuando tomas el sol en la piscina.

Por suerte, contamos con los protectores solares. Los hay en spray, en crema, geles… y todos tienen la misma finalidad, protegernos de los efectos de los UVA y VVB gracias al efecto de frenar la acción de estas radiaciones.

Factor de protección

proteccion_solar_piscinasEsto lo conocemos todos más o menos. Cada crema solar siempre tiene un IPS o FPS (índice de protección solar o factor de protección solar). Siempre se representa con un número y es un indicador de la medida en que el producto bloquea los rayos UV.

Como sabes, existen unos cuantos IPS en las cremas que se comercializan. Las hay de protección baja (IPS entre 2 y 6), media (IPS hasta 15), alta (IPS de 15 a 30) y muy alta (IPS hasta 60). Pero ¿qué significa esto? Pues es una referencia del tiempo que se puede exponer la piel al sol sin que las radiaciones nos quemen. Por supuesto, todo depende también del tipo de piel que tengamos, no es lo mismo una piel muy pálida que otra más morena.

 

Con un ejemplo se verá más claro. Si tu piel se empieza a poner roja sin protección solar en tan solo 10 minutos, con un protector de IPS 30, podrás pasar hasta 300 minutos sin que los UV te quemen. Pero ojo, esto no significa que te expongas como un lagarto durante horas. Lo recomendable es tomar el sol de forma moderada.

Lo aconsejable cuando vayas a la piscina es utilizar una crema con IPS alto porque el factor de protección siempre se estiman a la baja, es decir, no protegen al 100%. Para que sea efectivo, tienes que procurar que sea resistente al agua y al sudor, que no irrite la piel, que no se evapore con el sol y, sobre todo, que absorba bien las radiaciones.

En la piscina, siempre protección solar

Para tener la seguridad de que no vas a pasar unos días con quemazón por el sol, lo recomendable es que siempre te pongas protector solar. Aquí os dejamos unas pautas:

Los primeros días, utiliza cremas con IPS alto, siempre un poco más del que utilizarías (los expertos dicen que para la cara, con una factor 15 es suficiente. Si tienes bebés o ancianos contigo, procura usar un factor muy alto de protección.

-Ponte crema solar cada dos horas más o menos, sobre todo si estás entrando y saliendo de la piscina.

-No te de corte y ponte crema sin escatimar.

-Si sales del agua, sécate antes de volver a ponerte el protector solar.

-Antes de exponerte al sol, aplícate la crema como media hora antes, no lo dejes para el momento de llegar a la piscina.

Los expertos reconocen que las horas de la mañana, entre las 11 y las 15, son las más peligrosas y las que causan mayores daños a nuestra piel. Y como decíamos antes, conviene no prolongar demasiado las tomas de sol. No te pegues ahí tres horas seguidas.