El lago sereno

La idea de estos clientes era muy clara desde el principio y esto no suele ser habitual, ya que muchos clientes vienen con aspectos que no tienen claro. En este caso, sabían que querían inspirarse en un lago, tanto en la forma como los materiales para que el resultado final de piscina lo evocase.

Se optó por una piscina de riñón de rebosadero Naipí. El rocoso terreno planteaba el reto de adaptar la piscina a las limitaciones de la parcela, ya que en el proceso de la excavación encontramos mucha roca. Finalmente conseguimos salvar estas limitaciones jugando con la escalera y la bancada lateral, en ese lugar encontramos una roca de grandes dimensiones que habrían encarecido mucho la excavación, así que a grandes males, grandes resultados. 

Para la coronación empleamos piedra natural de la zona que integraría mucho mejor en el entorno y fue trabajada para conseguir la canaleta de rebosadero. Una de las características de esta piscina es que el agua vuelve a la piscina a través de un pequeño manantial artificial que propusimos y que devuelve el agua a la piscina, funcionando a modo de impulsión y como si fuera un elemento ornamental, en definitiva, es como si brotase el agua a través de las rocas. Este adorno proporciona una gran personalidad, integra con el entorno y provoca un fuerte contraste con el mosaico empleado en el interior que le da al agua ese color azul vivo cuando hace sol pero oscuro cuando hace sombra.

El resultado final evoca un lago, mimetizado a la perfección con el entorno agreste de la parcela, cumpliendo la idea pretendida por sus propietarios.