El dragón de Bali

Se trata de una piscina interior climatizada desbordante de 6×2,5 m con canaleta oculta, una de las más singulares que hemos realizado. Está revestida con porcelánico tanto el interior como el exterior de la piscina y equipada con una revolucionaria luz LED perimetral en la parte superior. Esta iluminación es muy elegante y uniforme y hace que no sea necesario tener el típico nicho en la pared. La tira de luz puede configurarse con el color que se desee mediante un mando a distancia y recrear la atmósfera deseada.

Esta piscina climatizada supuso un auténtico reto al tener que subir a la pared del fondo la escultura de una cabeza de dragón hecha de piedra y traída desde Bali cuyo peso rondaría los 500 kgs. (Si quieres ver el video de cómo lo hicimos pincha aquí). De la boca de esta escultura sale a modo de cascada un chorro de agua que es el retorno a la piscina y que puede activarse o no.

El cliente no tenía claro cómo rematar la pared en L que rodearía a la cabeza de dragón. Le propusimos el jardín vertical de césped artificial que puede apreciarse en las fotos y la idea le encantó. En el lado opuesto unos grandes ventanales proporcionan una gran iluminación al recinto con luz natural.

Para rematar el concepto, se instaló un hilo musical en toda la vivienda, tanto en exteriores como interiores y la piscina climatizada también dispone de altavoces. Todo el conjunto evoca una piscina indonesia que es lo que el cliente buscaba.

La piscina cuenta con deshumidificador para controlar la humedad relativa del interior y un equipo de control de temperatura del agua y del aire.

Qué te parece esta obra?