Los caños infinitos

Imagina adentrarte en un lugar dominado por la tranquilidad y la elegancia, donde el agua se funde con el horizonte en una danza infinita de serenidad. Así es la piscina que ha sido recientemente rehabilitada por Iguazú, transformando una piscina desbordante en una impresionante infinity.

Con su borde rediseñado para crear el efecto visual de continuidad con el paisaje, esta piscina ahora ofrece una experiencia única y sofisticada. El suave desborde del agua, combinado con la vista panorámica invita a sumergirse en un mundo de relajación y belleza sin límites. Para aprovechar las vistas se transplantaron a otro lugar de la finca unos árboles que impedían disfrutar de las vistas.

Cada detalle de esta rehabilitación ha sido cuidadosamente planificado, desde la reducción de la profundidad, el acceso a la piscina que antes era en la parte opuesta de la piscina, la construcción del muro que se eleva en todo el lateral de la piscina y que integra unos caños de agua que contribuyen a crear la atmósfera de paz y proporcionan a la vez suaves hidromasajes y decoración estética y sonora hasta la integración del sistema de filtración y recirculación necesario para el funcionamiento de una infinity de estas características. Pero el gran reto de la rehabilitación de esta parcela sin duda fue la colocación del material de revestimiento ya que se empleó un material cerámico no específico para piscina que proporciona un aspecto rústico e irregular a la obra. Hubo que colocar pieza a pieza el revestimiento, un trabajo artesano que realza su esplendor.

Esta piscina rehabilitada no solo representa un espacio para refrescarse en los días calurosos, sino también un lugar para deleitar los sentidos y disfrutar de la armonía con la naturaleza que la rodea. Sin duda, un verdadero lujo para quienes tienen el privilegio de sumergirse en sus aguas cristalinas.