Sí, eso de bañarse en un lago de aguas verdeantes es una experiencia exótica, salvaje, y de sólo pensarlo ya te estás imaginando en un paraíso, rodeado de una naturaleza selvática. ¿Pero, qué pasa cuando descubres que tu piscina es una piscina con agua verde??
Lo primero que vas a sentir es un poco de repelús. “Ahí no me meto”, te dirán tus hijos. Pues ya ves cómo cambia la película… Pero ¿qué ha pasado?
Lo más probable es que el propio agua, retenida, haya formado algas, dando un aspecto de que es una piscina con agua verde. Si el agua está verde y el sistema de filtración permanece encendido, puede que no esté filtrando correctamente. Si no es nada de esto, quizá la causa esté en un problema de desinfección del agua, es decir, en los productos mal empleados para el tratamiento y mantenimiento de tu piscina.
Ojito con el dispositivo de filtración
Pues sí, tienes que revisarlo de forma periódica y conocer bien el sistema para saber si puede haber problemas con la filtración del agua. Si no estás familiarizado con tu equipo, lo mejor es que te pongas en contacto con un especialista.
El filtro de la piscina tiene una función esencial, ya que controla las partículas y elementos de la superficie del agua para ayudar a la desinfección. Recuerda que muchas de las partículas que caen en el agua de tu piscina pueden traer un montón de microorganismos de todo tipo. Pues bien, comprueba el dispositivo de filtración.
Hazlo tú mismo ¿CÓMO???
Comprueba que el cesto del prefiltro del motor no se encuentra con mucha suciedad y que la turbina no está taponada. El cesto debe estar en buen estado, bien limpito y listo para empezar a retener suciedad. Al cerrar la tapa del prefiltro del motor, cerciórate de que lo has hecho correctamente y que la junta no se haya descolocado para que no aspire aire, además debes fijarte que el giro del ventilador, situado en su parte posterior, respete el sentido de las agujas del reloj. Estas dos acciones nos garantizarán una adecuada aspiración y recirculación del agua. A veces la válvula selectora puede atascarse también y conviene hacer alguna prueba para descartar este punto.
En cuanto al filtro, ese “bombo” grande que se encuentra en las depuradoras, debe tener la cantidad de arena suficiente y además no debe presentar mucho desgaste. Ten en cuenta que la arena es la máxima responsable de la retención de las partículas de suciedad más pequeñas y tiene que encontrarse en buenas condiciones. Para ello, abre la tapa del filtro y echa un vistazo, o incluso coge un puñadito de arena. Si la arena presenta desgaste, habría que sustituir toda la carga, o bien sustituirla parcialmente.
Por último, comprueba que las llaves están correctamente abiertas y que los cestos de los skimmer están bien limpios, una vez hecho esto, a funcionar.
Química para el agua de tu piscina con agua verde
Si no has sido previsor y no has reutilizado el agua de tu piscina durante el invierno, y está con un color verdoso muy oscuro, lo mejor es que te olvides de esa agua, vacíes, desinfectes y vuelvas a llenar, ya que en ese caso el proceso de recuperación va a ser lento y vas a dejarte mucho dinero y esfuerzos en el intento.
Si lo que quieres hacer es poner a punto el agua de la piscina porque no está demasiado verde y puedes ver el fondo, esto va de química, sí. El tratamiento del agua es crucial para conservar perfectamente su calidad y tener garantías de un baño seguro. Equilibrar el pH del agua es el primer paso para permitir que el cloro cumpla su función y debe mantenerse entre 7 y 8, aunque los valores ideales son entre 7,2 y 7,6. Si el pH se encuentra por encima o por debajo de estos valores, vas a necesitar más actividad contra la infestación verde. Es hora de usar químicos para regular el pH de la piscina con incrementadores o reductores, según sea el caso.
Este y otros tantos detalles, como la cloración, debes tenerlos muy en cuenta para evitar que el verde colonice tu piscina.
Acaba con las algas de tu piscina con agua verde
Aunque te parezca increíble, las algas tienen una enorme facilidad de adaptación y proliferación. Según las condiciones climatológicas, pueden aparecer en tu piscina sin que te dé tiempo siquiera a entender la razón. El polvo suele mover células vivas que se desplazan con el viento y llegan a parar al agua, donde encuentran sustrato para crecer en las juntas de los gresites, en especial en esquinas y huecos de las escaleras. Hay algunas que salen cepillando con facilidad, otras cepillando y superclorando el agua, y otras, las temidas algas lenteja, que ni por esas, con lo que habría que vaciar la piscina y desinfectar.
Cuando hayas despegado todas las algas, el agua se enturbiará, no te asustes, es algo normal y es cuestión de tiempo. Pon en marcha la depuradora, que filtre, que clore en un nivel que no supere los 3 ppm, y espera al día siguiente a que la suciedad se pose en el suelo. Es entonces cuando entra en acción el limpiafondos. Tendrás que repetir estas tareas hasta que consigas un agua cristalina y que sea la envidia de tus vecinos. Será el momento de rebajar el nivel de cloro a unos valores compatibles con el baño de 0,5 a 2 ppm.
En cualquier caso, y como decimos, si necesitas ayuda con tu piscina con agua verde, o quieres que tu piscina esté perfecta, ponte en contacto con nosotros, te haremos un mantenimiento completo, te asesoramos y guiamos. Ten una piscina en condiciones, es salud.
6 respuestas
Muy buen artículo.
Muchas gracias Juan Carlos. Saludos.